martes, 15 de septiembre de 2015

Alerta necesaria

Alerta necesaria

Luis I. Sandoval M
Hay palabras, hechos y políticas que no contribuyen a la paz o que francamente van en contravía de ella entorpeciéndola, demorándola o aun creando el riesgo de que nunca llegue.
Por: Luis I. Sandoval 
Señalar tales situaciones es ayudar a la paz, a quienes quieren su florecimiento en la vida cotidiana de la gente en cada territorio. Quienes señalan obstáculos no son enemigos sino reales aportantes a una paz concreta, tangible y transformadora.
No contribuye a la paz demorar la reparación de las víctimas. Enorme el esfuerzo de recursos y de gestión de la Unidad de Víctimas, pero las exigencias de las víctimas son justas y más justas las de reclamantes de tierras.
No contribuyen a la paz ciertas reformas contrarias al interés nacional. Ahí están las concesiones para la exploración y explotación de recursos naturales que producirán irreparables lesiones sociales y ambientales, está la eliminación de aranceles para ciertos productos claves en economías regionales.
No contribuyen a la paz planes de desarrollo lesivos del interés social. El debate sobre el Plan Nacional de Desarrollo dejó ver claramente que éste tiene título y sustentación en la paz pero poco ayuda a ella porque reduce la responsabilidad estatal, sigue restrictivas orientaciones de la OCDE y favorece las multinacionales.
No contribuye a la paz la falta de diálogo eficaz con la protesta social. La protesta legítima de sectores rezagados durante décadas se sigue adscribiendo a manipulación de las guerrillas, equivocado, democracia sin trámite progresista de conflictos es una caricatura. La movilización es la palanca del cambio.
No contribuye a la paz la pervivencia de grupos armados contrainsurgentes. Las BACRIM y paramilitares mantienen un poder real y letal que mina la confianza en las condiciones mínimas de seguridad. Sigue habiendo agresiones graves y sostenidas contra activistas de los derechos humanos, la paz, el respeto de las diferencias, los derechos de la naturaleza.
No contribuyen a la paz las tensiones crónicas con los vecinos. Venezuela, Ecuador y Centro América son vitales para Colombia. Ellos han sido receptores de la migración colombiana económica y política, esos problemas necesitan solución dialogada. La paz incluye a los colombianos y colombianas en el exterior.
No contribuye a la paz la comunicación escasa o sesgada sobre la gestión de paz. Deficiencia crónica del actual proceso. El gobierno comienza a cubrir falencias, los medios privados deben asumir responsabilidad y cambiar prácticas nefastas.
No contribuyen a la paz la corrupción en los gobiernos ni el enfrentamiento entre poderes públicos. Acentuar los factores de ilegitimidad del régimen político crea incertidumbre sobre la suerte de los acuerdos de paz.
No contribuye a la paz mantener el gasto militar como si no terminara el conflicto armado interno. Se advierten presiones muy fuertes para que el presupuesto de guerra no cambie por interés corporativo de las Fuerzas Armadas.
No basta la paz como política de gobierno, es preciso convertirla en política permanente de Estado. El país todo, incluida la oposición, tiene que comprometerse en políticas centrales de transformación institucional y social para la próxima década como fundamento de la paz estable, duradera y sostenible. Se necesita un pacto de transición.
Está bien persistir en diálogos de paz con agendas acotadas, vincular a ellos todos los grupos políticos en armas, sacarlos adelante aprovechando críticas y superando saboteos. Está bien desescalar el conflicto y aproximar el cese definitivo de fuegos y hostilidades, está muy bien, pero si no se atienden expresamente las circunstancias colaterales de la paz, las que la hacen cierta, positiva, estable y duradera, de pronto no llega la paz. Candidatos y candidatas hoy, autoridades territoriales mañana, deberán tenerlo muy en cuenta.
@luisisandoval

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